26
agosto 2015
El timo de los omega-3
Clara Marín
'JAMA' cuestiona los suplementos de estos ácidos
grasos. Según los expertos, si la persona come bien, no los necesitará.
Leche, alimentos infantiles, yogures, huevos, galletas, raciones de pollo y pavo y hasta aceitunas o palitos de pescado. Todos ellos, alimentos que en alguna de sus versiones se anuncian como enriquecidos en omega-3 pero que, según un estudio publicado ayer en la prestigiosa revista médica JAMA, no servirían para nada.
La publicación se centra en los suplementos de omega-3 que miles de personas consumen diariamente para, según creen ellos, prevenir el deterioro cognitivo y cardiovascular. Sin embargo, según este trabajo y otros publicados anteriormente, este hábito sería en vano, ya que no produciría ningún efecto importante.
Ahora, un grupo de investigadores ha seguido durante cinco años a 4.000 personas con una media de 72 años de edad a los que les han dado, o bien placebo, o bien un suplemento de omega-3. El resultado es que estas pastillas «no mostraron efectos significativos en la función cognitiva» de quienes los tomaron respecto a quienes no lo hicieron.
Aunque existen estudios que indican que las dietas altas en omega-3 tienen un efecto protector en la función cognitiva, y se ha visto que algunos pacientes con Alzheimer presentan unos niveles bajos en uno de los componentes del omega-3, -el ácido docosahexaenoico (DHA), una parte esencial de las neuronas-, lo cierto es que este efecto protector que sí se ve en la alimentación no se observa cuando el omega-3 se obtiene a través de suplementos.
Según explica
a
En definitiva, con este estudio, explica Francisco Pérez, jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, «queda claro que la adición al omega- 3 [a nivel de suplementos] no mejora el deterioro cognitivo».
Lo ideal es seguir una dieta saludable
Lo que
resaltan todos los expertos consultados por este periódico es que, en vez de
tomar suplementos, lo que hay que hacer es comer bien. «Lo que verdaderamente
está evidenciado es que una dieta saludable evita caer en ciertos patrones de
enfermedades», explica Sánchez, quien argumenta que «no es lo mismo consumir
omega-
Aunque se sabe que estos suplementos no tienen efectos positivos demostrados, tampoco se ha documentado que provoquen ningún daño. No obstante, Sánchez sí que les encuentra un problema, y es que «la persona piense que a través de ellos está supliendo una dieta saludable».
La presión de la industria
Además de
esto, es importante tener en cuenta a
Al margen de polémicas, la conclusión de los expertos es que lo necesario no son los suplementos, sino alimentarnos bien. Y si queremos beneficiarnos específicamente de las bondades del omega-3, el camino más lógico es comer pescado azul: sardina, boquerón, atún, y salmón.